martes, 7 de julio de 2009

El Murciélago


Un súper héroe Made in Spain

Encontré por primera vez una referencia a El Murciélago en el inestimable blog El Desván del Abuelito, que es de visita obligada. Tiene el Abuelito un apartado dedicado a los superhombres españoles que no tiene desperdicio. Me picó tanto la curiosidad que fui en pos de tal obra y, una vez adquirida y leída, doy puntual noticia de la misma.

Quién es El Murciélago?

Pues no se sabe. Surge en el primer número sin ninguna explicación y finiquita la colección sin que sepamos mucho más de él, a parte de que viste de frac, lleva una somera capa roja, porta una máscara similar a la de The Phantom, pero con la diferencia que a éste personaje se le pueden ver los ojos y posee enormes conocimientos científicos.

A destacar su disco de cristal radiante, que le permite adormilar a sus adversarios y una máquina que convierte en invulnerable a aquel que se expone a sus rayos durante veinticuatro horas. Posee un "coche atómico" del que nada más se dice y "numerosas mansiones" desde las que opera contra el crimen. asimismo, tiene un laboratorio secreto repleto de aparatos magníficos a la par que misteriosos "que demuestran mi poder", dice El Murciélago, excavado en unas rocas.

Suele aparecer como un borrón, una sombra sobre la pared, y se vale de murciélagos mecánicos que utiliza a discrección, tanto como para entregarle una nota amenazadora a un gángster como para, en una enorme cantidad, ahuyentar a los malhechores, como para hacer un seguimiento de los malvados.

La galería de personajes que le acompañan, aunque la serie diga estar ambientada en los Estados unidos, son el Profesor Halley, inventor de la fórmula Z-V-5 y su hija Berta, un "joven estudiante, deportista notorio" llamado Juan José Hidalgo, otro deportista destacado "de la marina" llamado Alejandro, un gángster llamado Harris que roba la fórmula para vendérsela al malvado Sr. Z, del que tampoco se sabe mucho que digamos, salvo que es un científico malvado que sabe dominar la voluntad de los demás y que se permite hundir edificios como el que lava.

A destacar el personaje de Sao-Ming, una especie de Dr. Fu-Manchú que tiene su cuartel general en el Palacio de Kuen-lin, en el Tíbet y que es capaz de poner en jaque a nuestro héroe creando dobles de el enmascarado. El oriental une sus fuerzas con las del Señor Z y en el último número aparece un avión atómico y, ¡cómo no!, multitudes de chinos feroces, trampas y más trampas, e incluso asistiremos a ver como de manera involuntaria el Señor Z apuñala por la espalda a su amigo y protector Sao-Ming.

La cosa acaba cuando unos informadores misteriosos le indican a El Murciélago que pasan cosas graves en Méjico.

El cómic

Lo cierto es que es un cómic en estado casi de fanzine, y eso siendo benevolente, pero es lo que había entonces. Los diálogos son tremendos, con frases como "Mecachis la Pepa", y éso que los personajes se supone que viven en los USA. El dibujo es tosco, obra de un incipiente Boixcar que aquí se iniciaba y del que tanto disfrutaríamos en su etapa de las famosas Hazañas Bélicas o de la injustamente olvidada Mundo Futuro.

Por todo ello, les rcomiendo abordar ésta obra como lo que es: un rudimentario, ingenuo y abracadabrante ejercicio de imitación del cómic de súper héroes. Si así lo hacen, incluso puede divertirles.

Ediciones

Como comprenderán, encontrar los números originales - desconozco si se publicaron más en su día - es tarea poco menos que imposible. Yo he acudido a los buenos oficios de Todocolección en la que he hallado una edición facsímil realizada por los buenos amigos de El Boletín que, como siempre, no defraudan.

2 comentarios:

ANRO dijo...

Je, je, je ¡cosa más cutre!...Se me parece al Roberto Alcázar y Pedrín. Fíjate que de la inmensa cantidad de tebeos que entraban en mi casa de la mano de mi hermano Paco no recuerdo en absoluto haber visto nada de El Murciélago. Y te estoy hablando de los primeros años cincuenta. Ese "Mecachis en la Pepa" es antológico.
Un abrazote

Miquel Gimenez dijo...

Tienes toda la razón, es tan cutre que roza lo sublime, de tan bizarro que es. Y por lo que respecta a las frases, aún recuerdo las típicas que decía Pedrín como "Toma jarabe de palo". O las del Guerrero, tipo "¡Tiembla, sarraceno infiel!". Brutal.

Así hemos salido...

Un abrazo muy fuerte! ^OO^