martes, 16 de junio de 2009

Scaramouche


Rafael Sabatini

Éste digno sucesor de Dumas nació en Jesi, Italia, allá por el año del Señor del 1875. Su padre era inglés, su madre italiana. Ambos eran cantantes de ópera y, cuando las cuerdas vocales comenzaron a flojear con el do sostenido, se dedicaron a ejercer como profesores de canto.

Sabatini no tuvo una infancial normal, en el buen sentido de la palabra, se entiende. Unos padres cantantes de ópera y pertenecientes a la farándula, un mundo de arte y afecto que le rodeaba y una existencia transhumante: su infancia transcurrió en Portugal, su adolescencia en Suiza y, cuando ya pudo decir algo al respecto, fijó su residencia en Inglaterra a la muy respetable edad de diecisiete años.

Dominaba Sabatini no menos de seis idiomas, pero eligió el inglés como lengua literaria. Su destino como escritor estaba escrito - fácil juego de palabras, lo reconozco - puesto que, tras un breve paso por un empleo cualquiera en el mundo empresarial, se lanzó de lleno a la gran aventura de la creación y la literatura.

Escribió relatos cortos durante la década de 1980, pero no seria sino hasta 1902 en que nos ofreceria su primera novela. El reconocimiento le llegó un poco más tarde, en 1921. Ése fue el año en que publicó "Scaramouche", que fue un auténtico best-seller de ventas internacional, y le consagró como un autor de capa y espada para siempre jamás. Al año siguiente nos regaló otra joya, "El Capitán Blood".

Lamentablemente, hasta los genios deben morir. Rafael Sabatini, que escribió sin parar hasta su muerte, nos dejó en el año de 1950 en Suiza. Pero el sonido de los sables chocando, los juramentos, el atronador sonido de los cañones, de los mosquetes, el honor que salvar y la dama que rescatar perduran tan vivos en nuestra memoria que, si cierran los ojos, aún los podrán oír perfectamente. ¡Gran, gran Sabatini!...

La trama

Hablaremos hoy del libro, a pesar de la espléndida película que interpretó Steward Granger, puesto que las películas son siempre posteriores al libro.
En él, el autor nos sitúa en la turbulenta Francia de finales de 1788. Sin saberlo, el país galo está a punto de verse sacudido hasta sus cimientos por una revolución sin igual en la historia.

Philippe de Vilmorin, joven seminarista con ideales revolucionarios, es asesinado en un duelo desigual por el marqués de La Tour d'Azyr por denunciar el enorme despotismo de las clases aristocráticas y por ser un reputado orador, capaz de enardecer a las masas. Comprobada la vileza con que le han asesinado y ante su cadáver, su amigo André-Louis Moreau, un abogado juicioso y más bien apolítico, jura que la voz de su amigo será extendida por todo el país.

Evidentemente, se verá perseguido por faccioso, debiendo buscar cobijo en una compañía de cómicos de la legua bajo la máscara del ridículo e ingenioso personaje de Scaramouche. Y, a partir de aquí, las aventuras, galantes o de espada, se irán sucediendo en cascada vertiginosa

Ediciones


Desde que los críticos literarios modernos declararon que lo más lógico al abrir un libro es aburrirse, pocos clásicos se reeditan en castellano. Hay ediciones, a Dios gracias, aún disponibles en internet como la que posee un servidor, la que hizo Debate Editorial allá por 1999 y que costaba la nada despreciable cantidad de 2.500 pesetas de las de entonces. Está muy bien, la traducción es de Manuel Pereira y es harto recomendable para espíritus pasablemente nostálgicos de la caballerosidad, el enredo, los duelos de ingenio y espadas y de la aventura con mayúsculas.

Y del film hablamos otro día, si les parece.

2 comentarios:

ANRO dijo...

Cuando era un chiquejo recuerdo que me fascinó sobremanera el poster que utilizaron en España para el estreno de Scaramouche. Se veía al Granger batiéndose sobre el tablero de un ajedrez. Naturalmente no cejé hasta que me llevaron a ver la peli. Ni que decir tiene que fué una gozada de sensaciones, pero ya ves, la novela nunca la he leído.
Hay que hacer gestiones al respecto.
Un abrazote.

Miquel Gimenez dijo...

La película es formidable, sólo comparable a "El Prisionero de Zenda", aunque en otro estilo, claro. Chico, yo no sé que tendría Stewart Granger pero para mi gusto ha sido el mejor intérprete a la hora de encarnar personajes aventureros. Haré una entrada acerca de ella en los próximos días. Abrazos. ^OO`