viernes, 20 de marzo de 2009

La Liga de los Extraordinarios Gentlemen


La Liga del extraordinario señor Alan Moore

Un cómic puede ser algo más que una sucesión de viñetas, dibujos impactantes y diálogos más o menos divertidos. Cuando el cómic es de Alan Moore, tengan la seguridad de que, automáticamente, se convierte en una obra de arte mayor, en cultura, sin más adjetivos.

Ésto es justamente lo que contiene ésta magna obra: cultura. Alan Moore se inventó una Inglaterra victoriana jugando con el Steampunk y mezclando alegremente - pero con sabiduría y mesura - al Capitán Nemo junto a Alain Quatermain, a Mina Harker y al Doctor Jeckyll, al Hombre Invisible y a Monsieur Dupin... y luego está M, siempre M, ése imprescindible M que sería el mayor hallazgo de la serie si no fuera porque la sombra de cierto doctor asiático, al que no se puede ni se debe nombrar, se proyecta sobre La Liga.

Reclutados por su país como "rarezas" al servicio de la causa - buena o mala, qué más da - el heterogéneo grupo corre aventuras que ninguno de sus creadores originales hubiera osado soñar jamás. Y lo curioso es que funciona. funciona porque el señor Moore sabe como crear magia y el señor Kevin O'Neill - no se pierdan su imprescindible Marshall Law - hace que su dibujo barroco y anguloso encaje a las mil maravillas con el argumento.

La Trama

El segundo volumen, tanto como el primero, han sido publicados por Planeta en España, tanto en su edición de cómics sueltos como en la de tomo recopilatorio. Les recomiendo vivamente ésta última, pues se conserva mejor. Del segundo volumen tan sólo les diré que H.G. Wells se revuelve inquieto en su tumba aún hoy en día viendo lo que Moore hizo de su guerra de los mundos, no les digo más.

Hay un tercer volumen que, por desgracia y verguenza de nuestras editoriales, tan sólo es posible encontrar en inglés. Se titula "The Black Dossier" y contiene unas ilustraciones en tres dimensiones - con sus correspondientes gafas de dos colores, como está mandado - donde O'Neill se supera y roza la genialidad. La ironía y el interés de la trama no decaen aunque, personalmente, me parece una vuelta de tuerca innecesaria.

Sea como fuere, si no los tienen en sus anaqueles, salgan raudos a buscarlos porque algún día, cuando los historiadores se pregunten acerca de cuáles fueron los mayores logros creativos del siglo XX, el señor Moore llenará él solito todo un capítulo.
Capítulo donde, ¡ por Júpiter!, La Liga ocupará un lugar más que destacado.

(Por cierto, observarán que no he hablado para nada de la adaptación del cómic que se hizo para el cine. Lo hago por respeto a Sir Sean Connery, que aparece en ella. Corramos, pues, un tupido velo de piadoso silencio y que Dios perdone a los que adaptaron el guión. Servidor, por la parte que me toca, no lo hará nunca)

4 comentarios:

Gloria dijo...

Sí, el "Black Dossier", aunque interesante, no tenía la gracia de las dos anteriores entregas, aunque como continuación del ficcionverso iniciado por ellas es interesante y es espectacular la manera en que da un repaso toda la literatura británica... Aunque personalmente, no me acabó de cuadrar la conexión entre 1984, Harry Lime, y los amigos de Guillermito (el del voraz apetito).

La próxima continuación de la saga "Century", parece ser que irá más en el estilo de los dos primeros volúmenes que en el del "black Dossier"

Y bien que hace de no hablar de la película esa que hicieron Más que un film, un despropósito y un sacrilegio... Desde entonces me juré no volver a ver ninguna adaptación al cine más de obras de Alan Moore.

Miquel Gimenez dijo...

Sabia decisión la de no ir más a ver una adaptación de Moore al cine. Pienso exactamente igual. Para ver desgracias, basta con hojear un diario cualquiera. En cuanto a "Century", en efecto, la gente del "Planet Forbidden" de Londres, que saben mucho y bueno acerca de éstos menesteres, me dijeron éstas navidades pasadas que sí, que la cosa volvía a sus orígenes. Corre la leyenda urbana de que el propio Moore compra en ésa tienda. Lo digo por si alguien va por Londres y quiere probar fortuna. Yo no la tuve, ¡cachis! Gracias por el comentario, y esperemos ver más obras de ése genio de la narrativa. Ah, y esperemos también que las siga dibujando O'Neill!!

Gloria dijo...

No se si el barbas se aventurará mucho de su natal Northampton, que como todo el mundo sabe, es el centro del multiverso, y más, siendo como es sumo sacerdote de Glycon (deidad-titella, como el mismo Moore dice), lo cual le debe dejar poco tiempo libre, ja, ja... De todos modos Can Forbidden es un sitio muy chulo: me imagino al bueno de Alan tomándose el te con Robby, el robot.

Tema adaptaciones: creo que a Mr. Moore le divertiría este falso trailer de una serie de animación de "Watchmen":http://www.youtube.com/watch?v=YDDHHrt6l4w

P.S.: No he estado nunca en Northamptom, ciudad zapatera, pero siento por ella cierto cariño, aparte de ser la villa natal de Moore, era la población a la que estaba adscrito el 7º batallón del regimiento del condado en la Gran Guerra, en el que sirvió un muchacho al que también tengo mucho aprecio

Miquel Gimenez dijo...

Seguro que para arrancar a Moore de su casa se precisaria una invitación personal de Sub-Niggurath en persona, y aún y así...
De acuerdo en lo del 7º regimiento de Northampton, sin menospreciar por ello al de Northumberland, al King's Africa's Rifles o a mis queridos ( y de Hugo Pratt) Lone Range Desert Group. Gracias por tu comentario y gracias por las risas que me he echado con el falso trailer. ¡Brutal! Hasta la próxima.