domingo, 15 de marzo de 2009

Más que una película bélica


La gran evasión, o como hacer historia con tres nombres: Tom, Dick y Harry

Cuando se habla de películas clásicas de guerra, siempre aparece "La gran evasión" entre las cinco primeras. Basada en hechos reales, narra las peripecias de un grupo de prisioneros aliados que los alemanes concentran en un mismo campo. ¿El motivo? Todos son especialistas en fugas y, a su manera, han creado un segundo frente dentro del Tercer Reich por la cantidad de hombres y de recursos que los nazis han de destinar a su vigilancia.

La trama gira alrededor del intento de fuga de los prisioneros y de cómo seiscientos de ellos intentaron cumplir con el deber de todo soldado capturado por el enemigo, a saber, escapar y darle todos los quebraderos de cabeza posibles.

Es una película para ver en cualquier momento, pero yo me atrevo a recomendarla para ser vista en un domingo como hoy, sin prisas, con calma.

El reparto está encabezado por Steve McQueen - ¡impagable la persecución en motocicleta que el propio McQueen hizo en persona sin utilizar dobles! -, James Garner y el siempre magnífico Richard, hoy Sir Richard, Attenborough. Si a éste elenco, ya de por si brillante, le añadimos actores como Charles Bronson, Donald Pleasance (¡genial!),David MCallum o James Coburn está todo dicho.

Añadamos que el director es el enorme John Sturges - una de sus muchas obras maestras fue, por via de ejemplo, "Los siete magníficos" - y los encargados de adaptar para la gran pantalla hechos reales fueron James Clavell y W.R. Burnett. La pegadiza banda sonora la compuso Elmer Bernstein, nada menos.

Pueden encontrarla en formato video o DVD con facilidad. Yo poseo la edición especial que hizo la Metro Goldwyn Mayer y vale la pena por los contenidos adicionales, pero en el fondo da lo mismo, porque lo importante es contemplar y asumir la lección moral que nos brinda una buena película de las que, en principio, algunos clasificarían simplemente de "guerra": ver como unos hombres valientes pueden ser privados de su libertad, pero no de sus valores morales ni de su coraje.
Por cierto, les desafío, cordialmente, se entiende. ¿Quiénes son Tom, Dick y Harry en la película?.

2 comentarios:

Savalls dijo...

Estimadisimo amigo! Cuánta razón tienes y cómo mola la peli. Desde mi punto de vista, y si puedo añadir un par de detalles, te diré que La Gran Evasión supuso un cambio sustancial en cómo mirarnos las pelis de la segunda guerra mundial.
Hasta ese momento los alemanes y los japoneses eran como los orcos. Tontos, simples, malos... a veces como en la imprescindible "Un paseo al sol" incluso tan invisibles como los moros de "La patrulla perdida". Unos malos de verdad, de una pieza.
"La Gran Evasión", de repente, nos decía que había dos tipos de alemanes. "Los malos", la Gestapo y las SS, y "los buenos" impulsados a hacer la guerra por el hecho de haber nacido alemanes, como el comandante del campo o el "mono" al que Hanley esquilma todo lo que puede.
Ahora esto parece una perogrullada, pero esta peli fue la gran predecesora de otras desde "Ha llegado el águila" donde los alemanes "buenos" eran los protas (!) hasta "Memphis Belle" donde a pesar de "no salir" la peli está dedicada a todos los que combatieron en los cielos de Europa sin distinción de nacionalidad.
Además de presentarnos esta realidad dual de los alemanotes, algo nuevo y necesario en el contexto de la guerra fría, LGE introduce en mi vida unas pocas cosillas más.
A saber:
-Conocí de la rivalidad entre americanos e ingleses (fantástico el desfile-party y el aguardiente de patata de los yankees el 4 de julio).
- Descubrí que había "otros" ingleses, los ANZACs... con ese inmenso James Coburn en bicicleta (insultado en una acción de diversión como "hijo de canguro" al principio de la peli).
- Aprendí a no caer en la trampa si alguien te espeta "sueggte" (así con acento alemán) antes de tomar un autobús y a NO contestar "gracias".
- Supe que "yabas blublum" seguramente no era ruso, pero servía para hacerse con un tabardo, un gorro, una colilla y un hacha para escapar d un campo de concentración.
- La palabra "nevera" nunca más significó solo "refrigerador".
- Steve McQueen no se dejaba doblar en las escenas de riesgo (aunque el salto en moto no lo hizo él por orden expresa del productor).
- Y un montón de cosas más. POr ejemplo, tengo el privilegio de contar en mi entorno profesional con algunos compañeros fans del cine en general, y del bélico en particular, por lo que LGE también nos ha dejado con calificativos profesionales aplicados a los Recursos Humanos ("le fiché porque era un "conseguidor") etc.
Lo dicho... ¿Cómo es posible que LGE no sea de visionado obligatorio en el colegio? Ostras! me olvidaba... los niños y las niñas no pueden ver estas pelis porque están ocupados haciendo pan y clases de arte abstracto con plastelina...

Un abrazo marcial y masculino
Obergefreiter

Miquel Gimenez dijo...

Herr Obergrefeiter!
Gracias por tu comentario - como siempre documentado, razonable y pedagógico -.
Tan sólo decirte que esperes a que publique la entrada de "Un puente demasiado lejano". Babearás!
Otro abrazo masculino!