domingo, 5 de abril de 2009

Una invención diabólica


Karel Zeman, el Ray Harryhausen checo

El director de éste film es uno de los grandes del cine de animación, digno de codearse entre los mejores. Zeman nació en Ostromef, cerca de Nová Paká, Praga, un 3 de noviembre de 1910. Eran aún los tiempos del Imperio Austro-Húngaro, donde valses y czardas se alternaban en una más o menos todavía relativa convivencia.

El joven Zeman se fue a estudiar a Francia y trabajó en un estudio de publicidad de Marsella, lo cual quizá sea la razón de ése ir directo al objetivo, al espectador, que tiene toda su obra. Regresó a Checoslovaquia para continuar trabajando en el campo publicitario hasta que Elmar Klos le ofreció trabajar en sus estudios de animación. Allí conoció a Hermínia Týrlová, autora del corto de animación Ferda Mravenec.

En colaboración con Hermínia, Zeman se embarcó en su film Vanocni sen ("El sueño de Navidad") que recibiría en 1946 el Premio a la mejor película de animación en el Festival de Cannes.

A partir de ahí y hasta su muerte, el 5 de abril de 1989, Karel Zeman llevó a cabo una obra prodigiosa y poco o mal conocida entre nosotros. Es por ésto, a parte del interés que tiene la "rareza" que les presento, que su nombre merece un lugar de honor en la memoria de todo cinéfilo y, por descontado, de todos los amantes de Julio Verne, pues de una de sus novelas trata el film del que a renglón seguido les hablo.

La Trama

Verdaderamente, Karel Zeman era un apasionado de la obra verniana. "Una invención diabólica" - adaptación de la novela de Julio Verne "Face du drapeau" -, realizada en 1958, es tan sólo una de sus películas inspiradas en la fértil e ingente selva de títulos que disfrutamos los seguidores de aquel hombre barbudo y genial.
En 1970 adaptó otra obra de Verne en su "Na komete" ("En el cometa"), volviendo a la carga en el mismo año con "Cesta do praveku" ("La nave robada").

Digamos que son adaptaciones libres y que, en el caso que nos ocupa, Zeman une a la trama aventurera el hallazgo de introducir escenarios y animación basados en grabados de la época, lo cual le da un sabor decimonónico entrañable. Y sin necesidad de ordenadores, que ya es mérito.

La trama en sí, es simple: el inventor de un poderoso explosivo destructor, en el que algunos han creído encontrar un precedente de la bomba atómica, es secuestrado por un pirata que tiene su base en uns isla misteriosa. ¿Les suena? El pirata decide utilizar el ingenio mortífero para sus propios fines y hasta aquí puedo leer, como diría Mayra Gómez Kemp.

Añadir, si acaso, que con éste film Zeman consiguió uno de los mayores éxitos de la cinematografía checa, recibiendo los siguientes galardones: Grand Prix del Festival Mundial de Bruselas, 1958; Premio del Festival de la Crítica de Chequia, 1958, Mención Honorífica en la 1ª FF Banská Bystrica en 1959, 1er Premio del Tercer Congreso UNIATEC en Praga, 1960 y la Estrella de Cristal del Festival de la Crítica de Francia, 1959.

Pueden adquirirlo en formato DVD con total comodidad, doblado al castellano. Como extra, contiene el cortometraje "Inspiración".

2 comentarios:

Llosef dijo...

¡Buf! Zeman es excepcional. Creo que su cine contiene todo ese sabor de la aventura en su sentido más puro y toda esa fascinación por la maravilla tan propia de este género que nos apasiona.

No he visto esta película que comentas, pero "La nave robada" y "Las aventuras del barón Munchausen" son absolutamente mágicas.

Saludos y felicidades por tu magnífico blog. ¡No hago más que apuntar libros desde que lo he descubierto! Esas aventuras de Holmes en Lhasa prometen.

Y gracias por enlazar el mío. No está a la altura, pero desde luego la pasión es la misma.

Miquel Gimenez dijo...

Amigo Llosef: gracias por tus comentarios. De acuerdo TOTALMENTE en que Zeman es un fuera de serie y que en caso de haber nacido en los USA ahora lo conocerían hasta los ratones. Estás en lo cierto en lo que se refiere a las aventuras de Holmes en Lhasa. Son de las que hacen que te quedes pegado al liro hasta acabarlo. Y felicidades por tu blog, que es muy bueno, tanto en calidad como en, como muy bien tú mismo dices, pasión. Un abrazo.