lunes, 4 de mayo de 2009

Asesinato por decreto


Jack, Sherlock y los masones

He aquí de nuevo un film - acaso el mejor - que liga a Sherlock Holmes y a Jack The Ripper. Contando con los elementos clásicos de la historia, Sherlock Holmes intentará detener por todos los medios al criminal, poniendo en juego todas sus poderosas dotes detectivescas. Pero su sagacidad e inteligencia se enfrentan con dos muros insalvables: la Corona y la Masoneria.

El film


Con un Christopher Plummer en el papel de Holmes y un James Mason en el de Watson bastaría para que el nivel interpretativo fuera de alto nivel. Pero es que, además, ahí está todo un Donald Sutherland en el papel del vidente Robert Lees, y nada menos que a Sir - entonces aún no lo era - John Gielgud en el de Primer Ministro y a Anthony Quayle en el de Ministro del Interior. A destacar la gran interpretación que hace la actriz Genevieve Bujold como la desgraciada Annie Crook. La escena del manicomio donde la han recluido para que no hable y la cara que pone de desamparo son tan sólo comparables con la de Plummer, que nos muestra a un Holmes con lágrimas en los ojos ante aquella desventurada.

La Trama

Es casi la misma que la de "From Hell", pero con el mérito de que éste film es más antiguo pues se rodó en 1978. Un miembro de la Casa Real Británica deja embarazada a una prostituta después de casarse con ella. La infeliz que ha confiado su secreto y su hijita a un grupo de amigas, también meretrices, son ferozmente perseguidas por los lebreles del Trono hasta asesinarlas a todas. La Reina no puede consentir que el heredero tenga una hija católica con una ramera y la razón de estado se impone a la razón y a la humanidad.

Los ejecutores son, claro está, el leal Gobierno de Su Majestad, integrado por masones. Serán Los Hijos de la Viuda, sobrenombre por el que también son conocidos los miembros de ésta organización, los encargados de urdir la conspiración. Es destacable que la escena final se desarrolle en un Templo masónico donde Holmes se enfrenta al Primer Ministro, al Ministro del Interior y al Comisionado de la Policía, todos masones. Finalmente, Holmes callará lo que sabe a cambio de la inmunidad de la pequeña pero ¡a qué precio!. Es una victoria pírrica, sin duda, que viene a poner de manifiesto que ni el más formidable de los campeones de la justicia puede contra los poderes establecidos.

Ni que decir tiene que es de obligada visión para todos los sherlockianos en general y también para los amantes de las películas de intriga. El Londres victoriano está recreado a la perfección y las calles de Whitechapel por la noche son tan sombrías que uno llega a meterse dentro del film totalmente con el ánimo sobrecogido.
A destacar la banda sonora, tétrica, inquietante, las escenas de acción, muy bien trabajadas - véase, por ejemplo, la pelea en los Docks de Londres - y la dirección de Bob Clark, sobria y elegante.

Ediciones


Existe tanto en formato vídeo como en DVD, en castellano, editado por la propia Universal Pictures. Es fácil de hallar en cualquier lugar, tanto en grandes superficies como en video clubs.

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