lunes, 18 de mayo de 2009

Los secretos de Oxford



Dorothy Sayers y Lord Peter Wimsey

De la Sayers se ha llegado a decir que es la mejor auora de novela detectivesca del mundo. Sin estar de acuerdo con ésta opinión, por otra parte completamente respetable, si cabe decir en honor a la verdad que sus libros acostumbran a ser un elegante ejercicio literario clásico de novela de misterio.

Dorothy Laigh Sayers nació en 1893 en Oxford y fue una de las primeras mujeres que se licenció, caso insólito para aquella época. Lo hizo en francés medieval. No creo que le sirviera de mucho en su primer trabajo cuando, ya instalada en Londres, entró en una agencia de publicidad donde prestó sus servicios desde 1922 hasta 1929.

Dedicada ya por entero a la novela, Lord Peter Wimsey fue su máxima creación, convirtiéndose en uno de los personajes más populares en los años treinta, pues protagonizó no menos de doce novelas, amén de varios libros de relatos. Personalmente, creo que ha envejecido mal, pero sus libros siguen aunando el clasicismo británico de la novela detectivesca y, si me lo permiten, Sayers les añade una pincelada de humor a lo Woodehouse que les otorga cierto carácter propio.

Ciertamente, Dorothy Sayers no se limitó a escribir novelas de intriga y destacó también como teóloga, dramaturga, ensayista y traductora. Aún hoy en dia, su traslación a la lengua inglesa de la "Divina Comedia", de Dante, es considerada como la mejor.

Persona proclive al trato social y a cultivar las amistades, frecuentó e incluso intimó con personalidades de su época como T.S. Eliot, C.S.Lewis, G.K.Chesterton o la mismísima Agatha Christie, dándose el caso de que jamás se consideraron rivales, muy por el contrario, mantuvieron una feliz y sólida relación de compañeras y amigas.

Sayers - todo un personaje, ya lo habrán visto a éstas alturas - también destacó en el terreno político y social, siendo una mujer muy por delante de sus contemporáneas y luchando contra las contradicciones de la sociedad británica: fue madre soltera en medio de aquellas reglas victorianas tan estrictas y personas como Patricia Highsmith o P.D.James la consideran su referencia literaria por excelencia, su precursora, su maestra.

Dorothy Sayers murió en 1956 pero, como dice acertadamente P.D.James en el prólogo de sus obras, siempre está presente en las librerías de los aeropuertos, al alcance de todas aquellas personas que busquen un buen libro como acompañante de viaje. Un viaje que puede ser menos pesado si lo hacemos de la mano de ésta buena escriora y del remilgado pero eficaz Lord Peter.

Algunas palabras sobre Lord Peter Wimsey


P.D.James define a nuestro joven Lord como el modelo que la Sayers definió acerca de cómo debería ser un detective aficionado y que cualidades debería reunir, a saber, la policía ha de estar encantada de recibir su ayuda e incluso de servirlo - aquí fue muy sagaz e hizo que Lord Peter tuviera como amigo y cuñado al inspector del Yard Charles Parker - , ha de ser versátil y experto en todo, debe ser un consumado políglota, un sportman inglés de los buenos, un refinado gastrónomo, un virtuoso de la música, un ecléctico en cuanto a ambientes y personas y, especialmente, tener la suficiente fortuna y tiempo libre como para poderse dedicar sin mayor preocupación a resolver unos endiablados misterios que la autora le va dejando al paso para su lucimiento personal.

Reconozcamos que si el detective perfecto tuviera que ser así, Lord Peter sería el mejor del mundo. Pero ni tanto ni tan calvo. Es, eso sí, un detective entretenido y éso ya es mucho.

Los secretos de Oxford: la trama

Nacida y criada en ésa ciudad universitaria por excelencia, Sayers comienza el libro disculpándose ante instituciones y entidades por el uso que se ha hecho de ellas, añadiendo la lista de las ficticias y queriendo congraciarse con el cerrado mundo universitario inglés de aquellos años. Todo ésto es tan sólo el pretexto para decirnos que conoce el paño y sabe de lo que habla. Es cierto. Pocas veces un autor - o autora - ha reflejado tan bien el ambiente, las particularidades y el carácter de un lugar como en ésta novela.

La trama arranca cuando la polémica y audaz escritora Harriet Vane - acaso un alter ego de la propia Dorothy Sayers? - regresa a Oxford, casi obligada por las circunstancias, para participar en una fiesta e su antiguo College. Cuando llega, aparte del desencanto que le producen sus antiguas compañeras, cuando no un aburrimiento total, se halla ante un misterio que sacude a la pacífica comunidad estudiantil. El claustro de profesores está totalmente horrorizado ante una serie de mensajes extraños y amenazantes misivas. Todos opinan que son fruto de un lunático, pero algunos son del parecer que ése orate bien pudiera ser peligroso.

Harriet, tras leer los textos, va más allá y es del parecer que quien ha escrito aquellas ominosas amenazas es alguien culto y refinado, quizá incluso algún profesor. Al ver que el asunto es demasiado grande para ella sola, pide ayuda a su buen amigo Lord Peter Wimsey, que acudirà encantado. Añadamos que, en el futuro, Wimsey acabará casándose con ella en otra novela.

Ediciones

Lumen ha decidido editar toda la obra de ésta autora en su colección Narrativa. Personalmente, debo serles sincero: no todas sus novelas, al menos las aparecidas hasta ahora, me han gustado. Así como "El misterio del Belladona Club" me divirtió mucho - es la primera entrega de la saga - al igual que la segunda, "Veneno mortal", "Cinco pistas falsas" me aburrió mortalmente. Tanta trucha, tanto pueblecito, tanto horario de tren, acabaron por marearme.

No he leído "Un cadáver para Harriet Vane" ni tampoco "Luna de miel". Si lo he hecho, sin embargo, con "Los secretos de Oxford" y, francamente, me lo pasé muy bien y me lo leí de un tirón. Sobre gustos...

Ahora, decidan ustedes.

No hay comentarios: